miércoles, 9 de marzo de 2022

WASHINGTON IRVING - VIAJEROS AMERICANOS EN LA ANDALUCÍA DEL SIGLO XIX - DURANTE EL REINADO DE FERNANDO VII 1814-1833

 Hay algo, en la austera presencia del paisaje español que hiere el alma con un sentimiento cercano a lo sublime.


Washington Irving con veintidós años. Dibujon de Vanderlyn, 1805




Fecha del viaje: 1828-1829
                             The Alhambra, Londres, 1832. Traducida al castellano "Los Cuentos de la Alhambra."
                              Journal 1828, Nueva York, 1837 (Diario del año 1828)
                              The  Life and Letters of Washington Irving, Nueva York, 1864 
                             (Vida y cartas de Washington Irving)                         

Nacido en Manhattan, Nueva York el 3 de abril de 1783, hijo de un comerciante británico afincado en América, viajo pronto a Inglaterra con el propósito de poner a flote el negocio familiar, con nefasto resultado. Estimulado por Walter Scott, escribió The Sketch Book que le otorgo fama en ambos continentes. Fue amante de la cultura y tradición española a la que se enamoro en sus largas estancias en nuestro país. Agregado en la embajada de Estados Unidos, residiendo en Madrid de 1826 a 1829 y posteriormente fue nombrado embajador en 1842. De sus obras, la más conocida fue La Alhambra, lo que levanto un clamor entusiasta en su tiempo, al mismo tiempo dando un toque de atención que sería decisivo para su conservación, sobre el lamentable estado en el que se encontraba el palacio.

Nos dejó varios comentarios alabando el paisaje de nuestro país: "hay algo, en la austera presencia del paisaje español que hiere el alma con un sentimiento cercano a lo sublime".
"las extensas sierras desprovistas de arbustos o maleza, que alzaban sus cumbres quemadas por el sol bajo el cielo infinito."

Observando las ciudades y pueblos amurallados, levantados como nidos de águilas entre la fragosidad del terreno, rodeados por bastiones moros o los restos de una torre vigía, izado en las cumbres más altas, su mente, por unos instantes, se situaba en los tiempos en que cristianos y musulmanes se disputaban estas tierras. Un vestigio de aquella época sigue vivo en la tradición andaluza, en forma de cuentos y leyendas que contaban los más viejos del pueblo, en repetidas ocasiones y a su modo, también los arrieros junto al fuego de las posadas o sobre sus monturas en las extensas caminatas a través de los interminables senderos, de esta forma hacer más llevadero el accidentado camino. Historias de amores imposibles entre moras de una belleza extrema y gallardos cristianos; batallas interminables que por la generosidad y valentía depositada por ambos continentes se convierten en duelos fantásticos; pues por el ardor y convicción con las que la relatan dichos relatos, se podían tocar con las manos.
Las correrías de Hamet el Zegrí, desde Ronda hasta las planicies sevillanas, el arrojo de sus fieles gomeres, la caída de Zahara, el asedio de Ronda, que se suponía inexpugnable, viviendo con los cristianos el alborozo de la victoria y con los musulmanes los gritos de desesperación y la amargura de la despedida se habían quedado grabadas de forma indeleble en su mente llenas de fantasías.

Las anotaciones que hace Irving en su diario, sugerentes y concisas, desde un primer momento van dejando constancia vivaz y centelleante de cuanto atrae su atención:

"Cruzamos el puente de Alcolea, construido de mármol, con muchos arcos. Divisamos Córdoba a la lejanía. Mientras nos aproximamos, nada que destacar. Setos de áloes y chumberas. Árboles con hojas recientes. Llegamos a las nueve y media. Nos alojamos en el hotel de la Diligencia, bastante malo.  Catedral, patio con naranjos. Subimos a la torre. Fértil planicie  por la que escapó Pelistes." 

Peliste fue un noble godo, superviviente de la batalla de Guadalete, y defensor de Córdoba en la invasión árabe, que es citado en una de las leyendas de Irving, Subjugation of Spain.

A su llegada a la localidad de Berja, en Almería, recuerda Irving un proverbio árabe, "que cuando se llega a la población, como ahora ellos, el viajero haría mal en no detenerse para gozar de sus casas y jardines, que son todos pequeños paraísos"; en cambio, sobre ls caminos piensa que son un maldito infierno.
En un puente que salva un profundo abismo, con rocas muy afiladas, Saldira el guerrillero, recuerda Irving, que lucho contra el invasor galo, cayó con su cabello por este barranco y, milagrosamente, salvó la vida.

Descripción que hace Irving en su diario al día siguiente de su llegada a Ronda, 4 de abril, un Viernes Santo:
"No deja de llover. Salimos a las siete de la mañana. Subimos montañas hasta llegar a El Burgo, rodeados de verdes campos y restos de antiguas murallas. Las nubes se aprietan contra las  sierras. La cuesta de El Burgo es escarpada y resbaladiza por el lodo. Tras el ascenso cabalgamos por una buena aunque estrecha carretera. Luego llegamos a los Dientes  de la Vieja, una cresta de piedra caliza difícil de bajar. Pasadas las montañas de Yunquera, descendemos un poco hasta alcanzar las llanuras tras las que se esconde Ronda. Robles, viñedos, olivos. A las dos y media alcanzamos Ronda. Este día hemos cabalgado cuatro leguas. Esplendido panorama desde la Alameda. Paseamos por las calles. Hermosas mujeres. Atractivos hombres vestidos de majos o perdonavidas.
El Puente de Ronda une dos precipicios. Un profundo barranco separa las dos partes de la ciudad. Chumberas, áloes. Matorrales verdes oscuro. Golondrinas volando bajo. Rumor del agua. La vieja casa del Rey Moro. Casas y pequeños jardines que se asoman al abismo. Rocas como torres y bastiones. Nieblas que se apresura.. La lluvia que bajan de las montañas. Acuoso brillo de un rayo del sol. Un hombre envuelto en una capa con un cuchillo: un perdonavidas. Las cumbres de Grazalema y Cortes; las ultimas muy agrestes, las primeras las que se divisan antes viniendo de Ámerica.
Cinco de abril. Sábado. Hubo tormenta por la noche. Viento y lluvia. Miro a través de la ventana. Es hermoso efecto de la luz de la luna quebrando la niebla. Del puente cuelgan blancas viviendas, también a lo largo de la orilla del río. Plazas con columnatas. Salgo a dar un paseo a las seis de la mañana. Bajo hasta el puente por una estrecha carretera en zigzag cavada en las rocas. A medio camino pequeña puerta mora. Catarata bajo el puente. Áloes, húmedos arbustos colgando de las rocas. La ciudad antigua construidas sobre las cimas de las alturas. Rocas como bastiones. En la calle observo frecuentes cruces. Aquí mataron al desgraciado... Rogad a Dios por su alma. Hermosa plaza de toros, muy grande con dos pisos. Las orillas del río están llenas de chumberas y aloes. Mercado grande. Hombres venden naranjas de gran tamaño y belleza. Montones de estupendo panes. Rebaños de negras ovejas y corderos. Majos. Capas marrones con terciopelo verde o granate. Pantalones morados o marrones o verdes bordados de negro. Botones dorados, fajas rojas, amarillas o blancas. Chaquetas con terciopelo granate en las mangas, colgantes y botones dorados. Chalecos abiertos, con volantes fruncidos. Camisas, algunos pañuelos bajo el sombrero."

Se cambian de alojamiento, trasladándose a una casa de huéspedes inglesa, la de Mrs. Stalker, en la que permanece en los meses de mayo y junio. Tiempo que aprovecha para escribir cartas, animando o desanimando a los futuros compromisos a que vengan a Sevilla, pero siempre contando las excelencias de la ciudad y de los andaluces, tal como vemos por la epístola que escribe al príncipe Demetri Ivanovich Dolgouroki; secretario de la embajada en Madrid:
"Me hablas en tus cartas de la posibilidad de hacer una visita a Sevilla. Me temo que  tendrás que dejarlo para después de que me vaya.. El tiempo pronto se tornara muy caluroso para permitirte llegar hasta el sur; e incluso yo me planteo seguir aquí hasta otoño. Nada en cualquier caso, me daría más placer que vagabundear por la ciudad en tu compañía. Es un lugar lleno de interés tanto a lo que se refiere a sus obras de arte como por las características mismas del sitio y de sus habitantes. Andalucía esta más alejada de Europa en sus costumbres que cualquier otra región de España. Los andaluces pertenecen más a África en muchos de sus rasgos y tradiciones y cuando me mezclo con ellos en cualquiera de sus viejas ciudades, me doy cuenta de que la expulsión de los moros sólo ha sido en su nombre.
No cabe duda de que Stoffregen te ha contado detalles de la gran feria de ganados a la que fuimos, a unas cuantas leguas de Sevilla. Cuando me encontré en el centro de la feria, con tiendas de campaña al rededor de mí, con rebaños de ganado y numerosos jinetes vestidos con traje andaluz, montando en todas direcciones, me costó trabajo creer que estaba en Europa y no en un campamento nómada de cualquier grupo de bandidos árabes.
Las iglesias de aquí nos ofrecen verdaderos banquetes de arte. Son extraordinariamente ricas en pinturas y lo que más entusiasma a uno es la idea de que estas pinturas son desconocidas para el mundo. No son  como las grandes obras italianas que han sido admiradas, aplaudidas, estudiadas y sobre todo que han escrito muchos expertos de los que han realizado el Grand Tour. Una pintura famosa italiana es como la "belle" de una gran ciudad, que se le admira tanto y dela que tanto se habla que la imaginación llega a cansarse de ella; pero una obra maestra de un oscuro convento, en la que rara veces pone el pie un extranjero, es como la belleza de un pueblo perdido, fresca y dulce, a la que poca veces se le mira. Por mi parte, siento menos interés por las grande bellezas o por las grandes pinturas que a todo el mundo encandilan, que por esas pequeñas, escondidas, bellezas que uno parece descubrir. En realidad, he llevado esto tan lejos, que tengo como míos dos o tres pequeños murillos que he descubierto en oscuras y casi remotas capillas y conventos. No puedo decirte de las intrigas de que me valgo para visitarlas solo y en secreto, ni sabría de ellos engrandecidos con la idea de que estuvieran tan ocultos y retirados. Desde el momento en que se retira una pintura de la capilla o convento que la albergaba, para llevarla a un museo, pierde para mi todo el encanto. Por eso, todas esas renombradas "Vírgenes" que los viajeros se vuelven locos por visitar, no son "damas" que atraigan mi dinero."

Falleció en Tarrytown, Westchester, Estado de Nueva York el 28 de  noviembre de 1859 a los 76 años. Sepultura en el cementerio de Sleepy Hollow.

Bibliografía: -
-Viajeros Americanos en la Andalucía del XIX - Autor: Antonio Garrido Domínguez.
-Viajeros del XIX Cabalgan por la Serranía de Ronda - Autor: Antonio Garrido Domínguez.

sábado, 15 de enero de 2022

HOTEL NACIONAL




 Ante esta sorpresa maravillosa de Gaucín... el silencio es... oro. La palabra plata.

Maruja Mallo



Enclave privilegiado se encuentra la villa de Gaucín, en la vaguada de la Sierra del Hacho y bajo la protección del Castillo del Águila, llego a tener un gran valor estratégico, pues junto a Gibraltar constituía la defensa por el sur. De construcción romana, pero fueron los árabes los que dejaron huella. Es la primera población de la Serranía de Ronda si se viene del Campo de Gibraltar. De esta localidad se quedaron prendados muchos de los viajeros que visitaron Andalucía, en la que se encontraban diferentes ventas y hospedajes, en especial el que fue el Hotel Nacional. Comenzó en 1.827 y se llamó el Hotel Inglés debido a que la mayoría de sus huéspedes eran ingleses que venían de Gibraltar, según su libro de visitas eran altos cargos civiles y militares de Gibraltar y Gran Bretaña. Su dueño, Pedro Real fue retratado junto a su hotel en la novela "Sherlock Holmes in Gibraltar", de Sam Benady como dueño del "hostal inglés", una posada muy popular entre los oficiales de la guarnición, donde solía cenar el Duque de Connaught, cuya salvación acude el célebre detective, quien en la escena culminante del relato, nos cuenta qué "chocó violentamente con la enorme panza de Pedro Real, que casi llenaba toda la escalera".

Se dice de Pedro Real que era persona de gran humanidad y que se trasmitió a sus sucesores: un hijo de Pedro regento el "Café de Dieguito", el Hostal lo heredo su hija Encarnación Real Moya, casada con Domingo Bautista Moncada, de ella paso un cuñado llamado José, casado con Adelaida Benito, siendo una hija de este matrimonio, Clementina Bautista Benito la última propietaria, persona que supo preservar el lugar y el buen saber de su antepasado, el célebre Pedro Real, como atestiguan los testimonios del Libro de Visitas.

Fueron los años treinta del siglo XIX cuando comenzó el ardor del romanticismo, cuando los viajeros europeos, más concretamente ingleses y franceses, perdieron el miedo y se lanzaron a los viajes a España y en este caso en Andalucía. Eran los años en los que José María el Tempranillo se burló de los realista en la Venta de Gaucín, haciendo veinte prisioneros y huir de más de sesenta. Richard Ford, también paso en 1834 y en su "Manual para viajeros por Andalucía y lectores en casa", sobre Gaucín dijo que está muy románticamente situado en una sierra hendida... la vista es espléndida, Gibraltar se levanta como un molar a la distancia, y África se deja entrever más allá... El camino parece hecho por el diablo en el jardín del Edén, Un bosquecillo de naranjos en las orillas del Guadiaro da la bienvenida el viajero y le dice al viajero que ya ha pasado la sierra. hay que cruzar y volver a cruzar el río, bordeado de adelfas."

Desde mediados del siglo XIX se conserva el Libro de Visitas, en los que viajeros han dejado sus impresiones sobre Gaucín. En 1864 ya hay constancia de una gran cantidad de firmas de lores viajeros, militares de Gibraltar, admiradores del entorno y nuestra forma de ser.

De los viajeros celebres que pasaron, la pintora Maruja Mallo en la que dejo escrito, de forma acertada "Ante esta sorpresa maravillosa de Gaucín... el silencio es... oro. La palabra plata."

Son muchas las autoridades la que han pasado por este pueblo, pernoctando en Hostal Inglés, en algunos libros menciona el hostal, en la que se conserva mucho de como era antaño, las caballerizas en la parte posterior del inmueble están cerradas y por lo que recientemente me han informado es que han cambiado de propietarios para volver a darle el uso de hospedaje.

Más tarde se cambió de nombre llamándose Hotel Nacional.

Información consultada https://l.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.salvadormartin.nom.es%2F%3Ffbclid%3DIwAR0HYcWvCRFGM1l2FvcYPBJLUbpvHlFQgUeBsz4jYH6hXUDIkY5DWEJYVa4&h=AT3AcJjUmcwop_ydHfh1PcCJ9-DQq1EmJZ53hnYu1I8_rHBvK31vF1a9xsNlE6inPlg3FAT1VYQUVvhG_j316Oq97QZ-NwfwRRoytBpg3z6ZOj_aQTV0FRvTy0FuKv1FiirQNg


domingo, 9 de enero de 2022

MAJÁ DE PACO AGÜERA - CERRO ALCAZABA - SIMAS - PILAR DE TOLOX - TORRECILLA - PINSAPAR DE LA YEDRA

Quod quisque possit, nisi tentado nesciat.

Publius Syrus

(No se puede saber de lo que cada uno es capaz si no se pone a prueba.)



LOCALIDAD DE REFERENCIA: Parauta
ENTORNO: P. N. Sierra de las Nieves
TRAZADO: Circular
DIFICULTAD: Alta
DURACIÓN: 8 horas, con paradas incluidas.
DISTANCIA: 13 km
ALTURA MÁXIMA: 1.919 m. s. n. m.
ALTURA MÍNIMA: 1.130 m. s. n. m.
DESNIVEL ACUMULADO: 2.084 m +/-


A tener en cuenta para realizar esta ruta es: primero que para llegar al inicio de ruta es MUY RECOMENDABLE ir en coche 4x4, un coche alto, los modelos SUV son buenos para este tipo de carriles, pues es un carril que mayormente esta aceptable, pero hay varios tramos en mal estado con baches considerables, abundantes piedras sueltas en lo que un turismo, que suelen ser bastante bajos, se puede ver seriamente dañado. Segundo: que por que sea 13 km no quiere decir que sea una ruta fácil, en una ruta de montaña no es cuantos kilómetros haces, más bien como lo haces. En esta ruta, los 2 primeros kilómetros se asciende 500 metros de desnivel positivo, sin apenas senderos y pasando por un tramo expuesto solo para llegar a la primera cumbre, luego viene la segunda subida, que es al Torrecilla, son poco más de 200 metros de desnivel en 1 km, aunque es por sendero el desgaste esta hay, y la bajada por la cara oeste, que carece de sendero por una fuerte pendiente llena de piedras sueltas por campo a través durante unos 5 km. Ruta muy buena por el entorno y las vistas si el tiempo lo permite, pero que hay que venir en muy buen estado de forma y acostumbrado a caminar por la montaña, de lo contrario no lo aconsejo.


Comenzamos la ruta por la Majá de Paco Agüera, fácil de reconocer por una modesta edificación que se encuentra a la derecha en una curva, en dicho lugar es donde aparcamos. Es una loma en ascenso desde nuestra posición y que nos sirve de referencia para la dirección que llevamos, muy duro el primer tramo en el que nos encontramos por la subida que tenemos que hacer sin sendero y un paso de trepada casi al final de la subida, "Paso de Hillary" como lo a bautizado mi gran amigo Juani. A partir de aquí la subida es mucho más llevadera hasta la cumbre que al poco tendremos contacto visual con el cerro Alcazaba, donde aprovechamos para la parada de la fruta y disfrutar de las despejadas vistas que nos ofrece el día.


Abanto y Alcojona

El Torrecilla desde el Cerro Alcazaba, con zoom.




Foto de grupo, a falta de Juani que hizo la foto con mi cámara.




Retomamos la marcha por la loma del Alcazaba, sin sendero pero más dócil por un lapiaz para salvar el arroyo de Los Pilones dirección a la Hoyas del Pilar, donde pasaremos por las simas del Pirata, GEMS, de la Luz y Honda.


SIMA DEL PIRATA

Llegando al Pilar de Tolox

Último tramo para llegar al Torrecilla.



Llegamos a la cima del Torrecilla, con la suerte de que cuando llegamos había muy poca gente, disfrutamos del almuerzo y retomamos la marcha dirección al pinsapar de la Yedra dirección oeste el vecino cerro de la Plazoleta, nombre heredado del Torrecilla. El comienzo del descenso es de mucha pendiente con mucho piedras sueltas, y llegando al cerro de la plazoleta nos vamos dejando caer hacia nuestra derecha para llegar nuevamente al arroyo de Los Pilones para posicionarnos a su derecha y adentrarnos al Pinsapar de la Yedra.




Llegamos al Pinsapar de la Yedra, desde el Torrecilla se ve un modesto pinsapar, pero una vez que te adentra es un impresionante pinsapar llenos de pinsapos centenarios, el que afortunadamente al igual que los otros bosques de pinsapos del parque disfruta de una repoblación natural. Conforme avanzamos por el pinsapar, que al principio es poco orientativo. Al principio hay que ir perdiendo un poco de altura diagonalmente, y el sendero lo llegaremos a ver mejor definido. Una vez cogido el sendero, al poco salimos del bosque y sin perdida ninguna nos lleva a la pista que una vez que llegamos a ella cogeremos a la derecha y en 1,5 km por la pista llegamos a los coches. 




 

sábado, 18 de diciembre de 2021

CASA RÚA - VILLA APOLO

 

A las afueras de Ronda, en el camino de la Virgen de la Cabeza se encuentra los restos de la Villa Apolo, anteriormente Casa Rúa por el apellido de la familia propietaria y la que paso a llamarse Villa Apolo cuando cambió de propietario en el año 1.920. Emplazado en un punto estratégico, dando unas vista magnificas hacia la Ciudad Soñada. Al cabo de un buen puñado de años, uno de los hijos, que fue arquitecto, le hizo una gran reforma a la casa a comienzos de 1.950 cambiándola por completo. Siendo la primera casa a las afuera de Ronda con electricidad, siendo la torre que hay cercana a la casa y muy cercana a la cornisa la que servía como transformador eléctrico. Incluía piscina y pista de tenis.

Al parecer, los trabajadores de la Villa Apolo contaban que a finales de la década de los 50 y principios de la década de los 60 se celebraban fiestas para las personas famosas incluyendo algunos artistas de Hollywood.

Dicho emplazamiento también cuenta con una leyenda negra de finales del siglo XIX. Cuenta que en la anterior familia, una familia apoderada, contrataba los servicios de varias niñeras para el cuidado de sus hijos. Pero para la desgracia de la familia, un día se perdió una de sus hijas que no llegaban a encontrar a pesar de todos los esfuerzos que las autoridades pusieron. En una de esas noches los padres no encontraban a una de las niñeras en la casa y comenzaron la búsqueda en el entorno de la casa y no fue hasta que llegaron a la torre donde se encontraron con un macabro escenario, a su hija desaparecida descuartizada en un barreño y empapada en su propia sangre, entrando en estado de shock por tan dramático escenario, ni la policía ni los detectives que habían contratado no pudieron resolver el crimen. Ni con el asesino, ni con la niñera. Por tan terrible perdida de manera tan rocambolesca. Se cuenta que en ocasiones se ve a una niña merodear por la zona a la que se le escucha pedir venganza.

Toda leyenda tiene un comienzo en un hecho real, pero con el tiempo se suele distorsionar y, lamentablemente los hay que añaden residuos a la historia.

Hoy en día, y desde hace ya bastante décadas que se encuentra en un estado ruinoso y de hace pocos años han puesto una verja en la entrada para evitar la entrada.






















domingo, 5 de septiembre de 2021

CERRO MALAS CAMAS - CERRO LAS CHAPAS

 

-Hay algo, en la austera presencia del paisaje español que hiere el alma con un sentimiento cercano a lo sublime.

Washington Irving




Localidad de referencia: Canillas de Albaida (Málaga)

Entorno: Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama

Trazado: Circular

Distancia: 23 km

Dificultad: Media – Alta

Duración: 8-9 horas, según paradas y ritmo de marcha.

Altura máxima: 1.818 metros

Altura mínima: 1.194 metros



Ruta realizada el 3 de abril del año 2021 guiado magistralmente por mi gran amigo y hermano del alma Juani “el Comandante” por su mucha experiencia en la montaña labrada durante poco más de dos décadas, lejos de ser poco. Ruta realizada por algunos compañeros del Club de Comando Preston por un conjunto de sierras rocosas llenas de impresionantes picos y tajos rocosos.

Para llegar al inicio de dicha ruta, inicio y final, pues su trazado es circular, hay que hacerlo desde la localidad malagueña de Canillas de Albaida y de hay tener de referencia la pista asfaltada que lleva a la “Fábrica de la Luz” y la cantera, que llegado a un punto en el que hace una curva a la izquierda, se debe seguir recto por una pista terriza e la que es muy aconsejable hacerlo con un vehículo 4x4 o un todo camino y no con un turismo, pues hay tramos de pista en lo que rozarían los bajos del coche. Son entre 10-11 km los que hay que recorrer hasta llegar al inicio de ruta en una bifurcación junto a un corta fuego, el que vemos una vez que dejamos atrás el Arroyo de la Cueva del Melero.



Empezamos a caminar por pista que va en ascenso a nuestra derecha donde al paso nos sale una alberca y un gigantesco nogal despojados de sus hojas por el invierno dando al arbusto una apariencia esquelética. Llegamos al Puerto de la Orza, y posteriormente por la Cuerda del Nevazo hasta llegar al Cerro Albucaz (1.726 m) por el Collado de los Carneros con la Maroma al fondo y a tiro de piedra el Cerro de Malas Camas (1.786 m) y su cresta, nuestro primer objetivo.













Una vez llegado al punto geodésico, al que lo tenemos a nuestra izquierda una vez llegado arriba, descendemos por su cómoda cresta hasta llegar a otro puerto donde enlazamos a una pista dirección al impresionante Cortijo del Haza del Aguadero, mayormente en descuido a excepción de una estancia que se le sigue dando uso. Ascendemos por una cómoda pista para llegar de segunda al Puerto de la Orza y de hay dirigirnos al Cerro de las Chapas en un tramo lineal de la ruta, pero con una parada para el almuerzo.


Retomamos la marcha hasta llegar al Cerro del la Chapa, donde supongo que el nombre le viene por una modesta edificación de chapa pintada en verde en la cima, y que próxima a ella, en un cerro algo más bajo hay un vértice geodésico con impresionantes vistas, entre ellas el Pico Lucero.

















En el libro de “Sierras Tejada y Almijara. Guía del Excursionista”, de la Editorial La Serranía, escrito por mi mentor y gran amigo y mucho mejor persona, comenta como otro amigo suyo, gran conocedor de dicha sierra le relata un episodio ocurrido con la guerrilla antifranquista:


En la tarde del 19 de septiembre de 1945, un grupo formado por diez guardia civiles y diez soldados regulares hicieron una emboscada a un grupo de siete guerrilleros. Estos guerrilleros de un grupo de diez que ganó las costas españolas entre Granada y Almería en una lancha procedente de Orán. Tres de ellos murieron en la playa mientras el resto fue cercado en este lugar después de ser delatados por un pastor que trabajaba en el cortijo Cerezal Alto. Tras varias horas de duro enfrentamiento, seis de los guerrilleros encontraron la muerte y el otro escapó uniéndose posteriormente al grupo de Ramón Vías, otro célebre jefe guerrillero precursor de la guerrilla en las sierras Tejeda y Almijara”.








Después de recrearnos con las vistas volvemos para recuperar por la pista que nos llevaba a la base del Cerro de Las Chapas, hasta llegar a un collado y de hay coger por otro tramo que nos lleva al Puerto de Cómpeta, cercano a una cantera de mármol abandonada, pues fue una cantera ilegal, y en breve llegamos a la pista, que tras recorrer aproximadamente tres kilómetros llegamos a los coches. Es la misma pista terriza por la que pasamos con los vehículos antes y por la que pasamos de vuelta.