domingo, 26 de junio de 2022

HENRY WILLIS BAXLEY - VIAJEROS AMERICANOS EN LA ANDALUCÍA DEL SIGLO XIX

 Ronda es la Tívoli española. Lo que Arno; durante tanto tiempo santuario de peregrinos anglosajones, fue para la antigua Roma, lo es el Guadalevín para Ronda, ciñendo a la población con una faja de encendida esmeralda en el fondo rocoso del abismo a varios cientos de pies de profundidad; para saltar luego a la vista de todos con espumosos y fulgurantes aguas con un canto agreste y caprichosa libertad.

Henry Willis Baxley.




Fecha del viaje: 1871-1874

Spain. Art-Remains and Art-Realities. Painters, Priests and Princes. New York, 1875

(España. Restos y realidades artísticas. Pintores, curas y príncipes)

   Médico de reconocido prestigio que ayudó a fundar la Facultad de Cirugía Dental de Baltimore en 1839. Dicha facultad ha sido descrita de diferentes formas como la primera facultad de odontología del mundo.

   Nació en Baltimore, Maryland, en junio de 1803. Se educó en St. Mary´s College antes de comenzar en la escuela de medicina en la Universidad de Maryland. Universidad donde recibió su título de médico en 1824, y en 1826 empezó a trabajar como asistente médico en el Dispensario General de Baltimore, continuo trabajando hasta 1829. Fue el médico adjunto de 1830 a 1831 en la Penitenciaría de Maryland. En 1834 fue nombrado Demostrador de Anatomía en la Universidad de Maryland y remplazó a Eli Geddings como profesor de anatomía y fisiología en esta institución en 1837. En 1839 colaboró con Chapin Aaron Harris, Horace Henry Hayden y Thomas E. Bond para fundar la Facultad de Cirugía Dental de Baltimore. Al siguiente año enseñó anatomía y fisiología en dicha facultad. De 1842 a 1847 desempeñó como profesor médico en la Universidad de Washington de Baltimore y posteriormente trabajó como médico en Baltimore Almshouse desde 1849 a 1850, siendo este último año se mudó a Cincinnati, Ohio, donde se convirtió en catedrático de anatomía en el Colegio Médico de Ohio.

   Su visita a España la hace con buenos ojos y predispuesto a criticar lo menos posible. Para él, los obstáculos que se encuentra para viajar por nuestro país, con las incomodidades de los vehículos, los peligros y la dilación en las carreteras, de las asperezas de las posadas y carencias de alimentos que hay en ellas y, por lo general, el estado de incultura que nubla todo el territorio, son exageraciones en demasía por desconsiderados parlanchines y escritores atestados de prejuicios. España no es ni mucho menos un ejemplo moral y físicamente, pero a la vista de lo que se observa en otros lugares, tampoco es una nación tan alejada del progreso actual.

   En el trayecto de Granada a Málaga, la opción más favorable es tomar el ferrocarril hasta Loja, con una hora y media de trayecto y de ésta, en diligencia a la estación de tren de Bobadilla, con una hora de camino. Antes pasa por Antequera, lugar que desde hace tres o cuatro siglos, las ruinas romanas se vienen aprovechando para fines monásticos y otros parecidos. Más notas de rutas nos indica Baxley; unas, para ahorrar tiempo, y otras para descubrir insólitos enclaves:

   Los que prefieran la ruta de Granada a Málaga por Bobadilla, en vez de la de a caballo o en carruaje, a través de las históricas Alhama y Vélez-Málaga, se pierden la oportunidad de contemplar escenarios que resultaron memorables en los sangrientos enfrentamientos por la posesión de la Península. Y los que, viniendo de Gibraltar a Granada, se embarcan para llegar por mar a Málaga y, más tarde, por tren desde Bobadilla, en lugar de continuar por tierra hasta Ronda, se perderán algunos de los escenarios más pintorescos de España;  en lo que la montaraz grandeza y la combinada belleza con las tierras cultivadas y las casitas de campo forman una agrupación de inolvidable para el viajero con apariciones artísticas. Ronda es la Tívoli española. Lo que Arno; durante tanto tiempo santuario de peregrinos anglosajones, fue para la antigua Roma, lo es el Guadalevín para Ronda, ciñendo a la población con una faja de encendida esmeralda en el fondo rocoso del abismo a varios cientos de pies de profundidad; para saltar luego a la vista de todos con espumosos y fulgurantes aguas con un canto agreste y caprichosa libertad.

   De cualquier forma, la ruta del ferrocarril aparece, sin exageraciones, como la más corta, barata y cómoda. Además, ciertamente, el paisaje en el que se sumerge el convoy, después de abandonar Bobadilla, es casi tan imponente como el de Suiza, torrentes, túneles, viaductos y puentes, son obstáculos de carácter alpinos superados por la habilidad y el esfuerzo del hombre, para marcar el puerto del río Guadalhorce, un fugaz panorama de enorme recompensa para el pasajero. Un interés, que atempera enseguida el valle andaluz de huertos de naranjos, de palmeras de granados, de olivos, de viñedos y chumberas por el que se adentra la vía férrea. Así solazado por la genial belleza del tropical paisaje, si es que se tiene la suerte de efectuar el viaje a la luz del día, alcanzará Málaga bien dispuesto para enfrentarse a las grandes molestias que genera una estación de ferrocarril española.

   En los últimos años de su vida viajó por Italia y España en busca de su salud perdida. En España estuvo durante tres años, desde el otoño de 1871 hasta el otoño de 1874. Tan mermado estaba de salud, llegándole la muerte dos años después de dicha visita y uno de la publicación de la obra. Henry Willis Baxley murió en Baltimore el 13 de marzo de 1876, a la edad de 72 años. En su testamento legó 23,836.52 dólares a los fideicomisarios de la Universidad Johns Hopkins para una cátedra dotada. En 1901, Johns Hopkins usó este dinero para establecer la cátedra Baxley de Patología, la primera cátedra subvencionada en la Facultad de Medicina de Johns Hopkins. Primero estuvo en manos de William Henry Welch, el que fue uno de los "Cuatros Grandes" en el Hospital Johns Hopkins y también fue el fundador de la Escuela de Higiene y Salud Pública de Johns Hopkins, la primera escuela de salud pública del país.

Arresto en Antequera del bandido Nicolas Jordán, según Illustration. Journal Universal, 1864.


Bibliografía:

- "Viajeros Americanos en la Andalucía del XIX". Garrido Domínguez, Antonio. Editorial "La Serranía", Ronda 2007.

- "Viajeros del XIX Cabalgan por la Serranía de Ronda, El camino inglés". Garrido Domínguez, Antonio. Editorial "La Serranía", Ronda 2006.

- Otras fuentes en internet.