miércoles, 29 de julio de 2020

PICO CORNICABRA - PARQUE NATURAL SIERRA DE GRAZALEMA

Hay algo, en la austera presencia del paisaje español que hiere el alma con un sentimiento cercano a lo sublime.

Washington Irving (1783-1859)

Localidad de Referencia: Zahara de la Sierra

Entorno: Parque Natural Sierra de Grazalema

Trazado: Lineal

Distancia: 15 km

Duración: 9 – 10 horas

(incluidas paradas)

Dificultad: Alta

Altura Máxima: 1.281 metros

Altura Mínima: 298 metros


En las proximidades del encantador y bello pueblo gaditano de Zahara de la Sierra, nos dispusimos a caminar para coronar el pico Cornicabra, en un rincón de la Sierra de Grazalema cerca de la zona de reserva del parque, que quedando fuera de la zona de reserva, queda exenta de solicitud de permiso al parque, pero para ahorrarnos 4 km de pista forestal y lo mismo de vuelta, para poder entrar con el vehículo y aparcarlo en una zona habilitada se pidió permiso para entrar lo que se nos facilito la apertura de la verja para entrar y la posterior salida.



Comenzamos la ruta caminando por la vía pecuaria Colada de la Camada Del Puerto, y la que no la abandonamos hasta llegar a los pies del pico Cornicabra.





Cuando llevamos recorrido los primeros metros de subida, llegamos a una Era, antaño se creó para la separación del trigo de la paja y ahora hace la función de balcón, no a ningún tajo o río, sino a unas montañas que se elevan al cielo extraordinariamente con flora magistral y separados por unos arroyos.




Continuamos por una subida que nos lleva a la ruina de un cortijo con horno y los restos de un alambique. Después de contemplar las ruinas del cortijo y de una breve parada subimos un poco más hasta llegar a la loma, donde el tramo que cogemos es mucho más llevadero y donde se aprecia que esta libre de maleza.









Encontramos por el camino los restos de una vasija en buen estado de conservación.

Llegamos a la base del pico Cornicabra, y comenzamos la subida, siendo una de las más dura que yo recuerdo haber hecho.





















Durante la subida nos llegamos a dividir en dos grupos, unos cogimos fuimos más derecho he hicimos algo más de cresta y los otros compañeros optaron por coger más a la izquierda y llegar más próximo al punto más alto.









Disfrutamos de unas excelsas vistas y de un merecido almuerzo en un entorno inigualable.












Volvemos por nuestros pies para llegar hasta los coches, con vistas similares y con un bello atardecer.