Si
fas endo plagas caelestium ascendere cuiquam est.
Mi
soli caeli maxima porta patet.
(Si
es lícito a un mortal llegar allí donde viven los dioses. Para mí
solamente se abren las puertas del cielo.)
Localidad
de referencia:
Canillas de Aceituno
Entorno:
Parque Natural Sierras Tejada, Almijara y Alhama.
Trazado:
Lineal
Distancia:
18,4 km
Dificultad:
Media – Alta
Altura
Máxima: 2.065 metros
Altura
Mínima: 642 metros
Desde
el Área Recreativa de El Robledal un grupo de 23 personas del Club
de Senderismo Comando Preston guiada de manera magistral por Juani
con la colaboración de un anfitrión de lujo, Juan Antonio Villalva.
Comenzamos a caminar por una pista forestal entre un bosque de pinos
resineros, donde observamos el método de recolecta de la resina.
Llegamos a un cruce donde un cartel nos indica que a nuestra
izquierda es el camino que nos lleva a La Maroma.
Desde
hay comenzamos un ascenso llevadero por una loma arropados por el
Barranco de los Presillejos a nuestra derecha y el Arroyo de la
Solana del Espartal. Un tramo con miradores con eminentes vistas
donde tendremos a la majestuosa Sierra Nevada como colosal vigía.
Hacemos
una breve parada en el Collado de Rojas donde vemos unas colosales
chorreras. Seguimos el ascenso hasta llegar al puerto del Salto del
Caballo donde al ascenso a La Maroma se hace más llevadero, donde
llegamos al Tajo Volaero donde nos cruzamos con un grupo de cabras
montesas, que disfrutando de su compañía y de las vistas que nos
ofrece el tajo llegamos a la cumbre, donde disfrutamos de unas vistas
de lo que fue una jornada meteorológica de cielos abiertos pero de
temperaturas bajas notándose más en los tramos expuesto en la cara
norte.
Después
de disponer unos minutos para una sección fotográfica retomamos la
marcha en una continuada bajada hasta llegar a la localidad de
Canillas de Aceituno, son 10 km de lo que bajamos de 2.065 metros a
casi 600 metros. Bajamos por el margen izquierdo del Barranco de la
Cueva de Don Pedro hasta llegar a un puerto que giramos a nuestra
izquierda pasando por la cabecera del llamado Barranco de Las Tejas
Lisas. Arropado en todo momento por La Maroma llegamos a la localidad
de Canillas de Aceituno, situado a 649 metros al nivel del mar en el
que su emplazamiento natural lo convierte en un balcón natural de la
Axarquía.
El
origen del nombre de Canillas de Aceituno, tienen dos orígenes
diferentes. El vocablo “Canillas” de origen romano-visigoda por
tener una zona rica de cañaverales esparcidos en numerosos pequeños
grupos esparcidos por un amplio territorio de montaña rico en
manantiales. Y el vocablo de “Aceituno” procede de la palabra
árabe “azzeytum” debido
a cuando los moriscos asentados en la zona se dedicaban a la
producción y venta de seda. En las proximidades de Canillas de
Aceituno hay importantes yacimientos prehistóricos del Paleolítico
Inferior y Medio, y en las que aún se conservan vías pecuarias que
datan del Neolítico y de la Edad del Bronce. En la época púnica
los cartagineses abrieron minas para la extracción de metales que
posteriormente también fue aprovechada por los romanos.
