sábado, 23 de junio de 2018

LA LLEGADA DEL LOS GODOS A HISPANIA TRAS LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO



   Los Godos era un pueblo germánico, que antes de la era cristiana, probablemente ocuparon parte de la actual Suecia (una isla del mar Báltico situada al sureste de Suecia que se llama en la actualidad Gotland.). En la época de Augusto se desplazaron dirección sur y ocuparon la región que actualmente forma la actual Polonia. Durante el transcurso de los siguientes siglos, se movieron gradualmente hacia el sudeste, hasta que en el reinado de Caracalla llegaron al mar Negro.
Posteriormente se dividieron en dos grupos. Uno de ellos ocupó el Este, las llanuras de la actual Ucrania. Eran los Godos del Este u Ostrogodos (ost es la palabra germática que significa “Este”.) El segundo grupo permaneció en el Oeste, presionando sobre la provincia romana de Dacia; eran los Godos del Oeste o Visigodos (posiblemente la palabra “visi” deriva de una antigua palabra teutónica que significa “bueno” y godo que viene de la palabra germánica Gott que significa Dios, de modo que el nombre era una especie de autoelogio, hecho común entre todos los pueblos.)
Las legiones romanas se veían cada vez más amenazadas por los godos y eso le llevaban a concentrarse en el Danubio inferior, lo que conllevaba al debilitamiento de la vigilancia en el Danibio superior y en el Rin. Dicha situación se aprovecharon otras tribu germánicas. Los de la Germanía meridional se dirigieron al sur y entraron en el norte de Italia.
   Una nueva confederación de tribus germánicas occidentales que se hacían llamar “Francos” (hombres libres), cruzaron el Rin en el 256 atravesando toda la Galia y algunos de sus contingentes llegaron hasta África. 


LADRILLOS PALEOCRISTIANOS, SIGLOS  V - VII

SARCóFAGO PROTOCRISTIANO, SIGLO IV



CAPITEL VISIGODO, SIGLO VI

CIMACIO VISIGODO

CAPITEL VISIGODO, SIGLO VI

   En el caso de Hispania, las principales invasiones las protagonizaron los visigodos, apoderándose de la mayor parte de la península, siendo los Vándalos los que se asentaron sobre todo en el Sur y en menor medida los Alanos, que se declinaron por el noroeste. Con el tiempo los Visigodos fueron extendiendo su poder he influencia, hasta que prácticamente tuvieron el control de todo el territorio, unificando nuevamente como un reino, cuya capital fue Toledo. Se apoderaron también de Vandalucía o Tierra de Vándalos, como Lombardia es tierra de Lombardos, Anglia de Anglos o Franconia la de los Francos.


DINTEL DE SAN HERMENEGILDO, FINALES DEL SIGLO VI. MOLINO DE CAJUL, ALCALÁ DE GUADAIRA (SEVILLA)
 “En el nombre de Dios, en el año segundo del feliz reinado de nuestro señor Hermenegildo rey a quien persigue su padre, nuestro señor el rey Leovigildo; traído a la ciudad de Sevilla para siempre.”

   Gobernador de la Bética, sublevado contra su padre el rey Leovigildo. Defendió la doctrina católica frente al arrianismo impuesto por la monarquía. Tras su ejecución, sus restos se trasladaron a Sevilla, a un lugar donde quizás se erigió este dintel.



CAPITEL Y CIMACIO VISIGODO, SIGLOS VI - VII

EPITAFIO DE MARCIANA, 22 DE JULIO DEL AÑO 648
CASTILLEJA DE TALHARA (AZNALCÁZAR, SEVILLA)

 “[Examina con atención, quien quieras que seas, y sabes que] Marciana, piadosa para con nosotros y de reputación digna de ser amada, murió de repente, pero nace para la otra vida: la suerte la devolvió a la otra vida, que es la mejor, la del Cielo. Aquí viviste 68 años y falleciste el día undécimo de las Kalendas de agosto de la Era 686.”

PILASTRA VISIGODA, SIGLOS VI  - VII

CELOSIA VISIGODA, SIGLOS VI - VII

LÁPIDA FUNERARIA DE LEONCIO

    Se labró sobre una placa de mármol con una inscripción anterior, que ya había sido reutilizada como material de construcción.

Leoncio, siervo de Dios, vivió 70 años, descansó en paz el día 30 de marzo de la era 633.”
Cortijo del Turullote (Écija, Sevilla)
La primera inscripción es de principios del siglo III d. C. y la segunda inscripción 30 de marzo del año 596.



LAUDA SEPULCRAL VI - VII (DOS HERMANAS, SEVILLA)

CAMPANA DE BASÍLICA VISIGODA (MORÓN DE LA FRONTERA, SEVILLA)

   Los vándalos que sobrevivieron al choque con los visigodos fueron expulsados al otro lado del Estrecho de Gibraltar, y por ello en el norte de África encontramos todavía hoy a magrebíes con rostros claros y ojos azules.
   Los descendientes de aquellos germanos expulsados y reubicados geográficamente, concibieron su venganza mucho tiempo, teniendo su oportunidad para llevarla a cabo gracias a una nueva religión que se estaba extendiendo desde el Este casi a la velocidad del viento: el Islam.
   El comienzo del fin de los Visigodos en la Península Ibérica fue al comienzo del siglo VIII con la muerte del rey Witiza, como casi todos los reyes de este linaje entre la caída del Imperio Romano y la invasión musulmana, no murió ni por enfermedad, ni por vejez o si quiera por un desafortunado accidente, fue a mano de uno de sus rivales políticos: Roderico, duque de la Bética, en los romances españoles es conocido popularmente como don Rodrigo. Los partidarios del asesinado rey Witiza nombraron inmediatamente a su hijo Agila como sucesor, que por aquel entonces tendría la edad de 29 años. Pero la mayoría de los nobles visigodos se reunieron de acuerdo con las viejas costumbres germánicas para elegir al rey de entre todos ellos a aquel que se lo mereciera, designaron a don Rodrigo para el cargo. Lo que provoco un guerra entre sus partidarios y los de Agila, todo dentro de lo habitual teniendo en cuenta la forma en la que los Visigodos solían resolver las cuestiones de herencia, incluyendo los reinos. Lo que no sabían ninguno de ellos es que don Rodrigo iba ser el último rey Godo de Hispania.
Los partidarios de Agila se plantearon entonces aliarse por vez primera con tropas “infieles” para luchar contra otras tropas cristianas. Desde el punto de vista de la época, la traición que se desprendía de este acto era gravisima al ir más allá del terreno de la política al penetrar en le movedizo campo de las religiones.
   Esta propuesta vino a mano de don Julián, conde de Ceuta, feudo ubicado entre su ciudad y la de Tánger, de fundación hispana. Según algunas fuentes estaba aparentado con el rey Witiza, por matrimonio con algún miembro de su familia y con el añadido de que según otras fuentes que una hija de don Julián fue violada por don Rodrigo. Este hecho fue conocido en una fiesta organizada por don Rodrigo, pues don Julián aunque aparentado con el difunto rey Witiza era vasallo de don Rodrigo por el cargo que ostentaba.
Sería el odio lo que le llevo a cometer tan alta traición. Mando un emisario a Tarif ibn Mallik, prometiendo la plena colaboración con la conquista árabe, este hecho lo recibió con extrañeza Tarif porque un tiempo antes hizo el intento de invasión sin éxito porque don Julián pudo retenerlo. Don Julián le explico los motivos a Tarif el porque de su ofrecimiento para dicha empresa, los deshonores a lo que había sometido don Rodrigo y el deseo de venganza que tenía en su persona.
   El desembarco fue en el mes de julio del año 710 en la ciudad que hoy se conoce como Tarifa, la que seguramente recibió su nombre de este árabe. El conde don Julián se supone que vio cumplida su venganza, pero no recibió nada de los árabes por su ayuda a lo que él no sabia de que los musulmanes ya traían sus propios planes a lo que tampoco llegaron a poner nombre nuevo alguno, solo lo rebautizaron con el nombre de Al-Ándalus.

Fuentes consultadas:

Museo Arqueológico de Sevilla.

"El Comes Iulianus (Conde Julián de Ceuta), entre la historia y la literatura"  Enrique G. C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario